Cartas desde la Alhambra.

alhambrafuenDatada de la época de la reconquista de Granada,escondida en una cueva en lo alto de la alpujarra,entre los municipios granainos de Trevelez y Berchules,es encontrada por montañeros de la zona,una carta.
Esta carta está supuestamente dirigida hacia la hija de un berebe nacido en el reino nazarí,principe de un reino que estaba decayendo,que ya no tenia el poder del antiguo califato.Los que no se convertían al cristianismo eran echados hacia Africa,donde se asentarían y levantarían otra vez la belleza de aquella época.
Año 1842,entrega de la llave de la ciudad de Granada a los reyes Catolicos,el ultimo rey moro decide huir hacia la alpujarra,un ultimo vistazo a la ciudad y una ultima frase de su madre:»Llora como mujer lo que no supistes defender como hombre.»
En las calles de Granada,cunde el miedo,los cristianos y los no cristianos se van separando,dejando a la ciudad en un verdadero caos.
Pasaron un par de años de aquella locura,las bases estaban ya asentadas y la normalidad había vuelto a la ciudad,salvo por el hecho que a continuación os voy a contar:
Zerena,hija de un príncipe bereber y de una joven doncella,despues de la batalla su familia se quedo en la ciudad,viviendo del las especias que vendia su madre en el mercado,era una jovencita de pelo negro como el azabache,piel canela y una mirada triste.Solia pasear por los jardines que quedaban alrededor de la alhambra,admirando la belleza de sus flores.En uno de sus paseos,la joven tropezó con uno de los mozos que trabajaban allí,cuidando de las flores,el joven era rubio,de piel morena por el sol y de fuertes brazos.
Nada mas mirarse a los ojos se enamoraron perdidamente y decidieron en verse en esos jardines ya que eran de diferente religión,raza y bueno,ella era una princesa y no podían dejarse ver en publico.Quedaban todos los jueves,ya que era el dia de mercado y por los jardines no solia ir nadie,disfrutaban juntos,el uno con el otro,amandose a escondidas.
Un dia la joven Zerena se puso uno de sus vestidos mas bonito,queria dejar ojiplatico a su amado,ella estaba en su habitación peinándose su larga cabellera cuando la ama de llaves entro para decirla que hoy no podía acompañarla.La joven salio al jardín a encontrarse con su amado,sin percatarse que la estaban siguiendo,ahi estaba él podando los rosales,lo beso en la mejilla le cogio la mano y fueron caminando hasta la fuente que había al final del camino.
El ama de llaves enfurecida por lo que vio,decidio avisar a su señor,un hombre ya de mediana edad,decidido a casar a su hija con un hombre con poder,el padre que no se creía lo que su ama de llaves le estaba contando salio hacia el jardín a buscar a su hija para que le diese una explicación sobre lo que le habían contado.Alli estaban sentados en un banco los dos jóvenes amantes,se estaban besando,el padre que los pillo entro en cólera,cogio a su hija llevándosela a su habitación,la joven no dejaba de llorar.Quedo encerrada en su habitación con lo único que le quedaba de su amado,una carta,en la que le decía:Aunque no os pueda ver,sois vos mi amor,la mujer a la que amo y con la que estare eternamente.
La joven apretaba la carta contra su pecho llorando desconsolada,decidio escribirle otra carta ella,la echaría por la ventana cuando el pasara cerca.
Pasaron ya dos meses en los que se comunicaban por carta,ella no comia,no bebia,no reia,el se pasaba los días debajo de su ventana esperando el dia en el que por fin pudiesen estar juntos aunque ese dia nunca llego,una noche de luna llena el padre de la joven llamo al medico,su hija había enfermado y estaba muy mal.El padre asustado no sabia que hacer,tenia miedo de perderla pero ya la perdió el dia que separo a su hija de aquel joven.El medico miro a la joven que yacia ya inerte en la cama a lo que el medico dianostico que había muerto de tristeza,el joven muchacho al enterarse no pudo soportar ni un dia mas sin verla y termino ahogado en la fuente donde antes era su lugar de encuentro.
Los dos jóvenes fueron enterrados bajo un manzano donde al cabo del tiempo nacieron dos rosas rojas y donde los familiares ponían velas para las almas de los dos amantes.

 

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